Aldo Américo Ghiglino recibió el aplauso de todos cuando introdujo en la urna el voto. En sus casi 98 años, estuvo una vez más en el cuarto oscuro para cumplir con su derecho cívico.
Sonriendo y moviendo su bastón, introdujo el sobre firmado por las autoridades de mesa. Había llegado al colegio San Patricio, en Yerba Buena, acompañado por sus familiares.
“Tengo que grabarlo. Está chocho (alegre). Va a cumplir 98 años”, dijo uno de los parientes en el establecimiento educativo.
Se trató de uno de innumerables momentos de la jornada electoral, que se mezclaron con la desorganización y las quejas de los votantes en los distintos rincones de Tucumán por la falta de presidentes de mesas y la demora, entre otras condiciones.